Colocar sanitizante para manos y señalización en oficinas y áreas comunes es un paso en la dirección correcta; sin embargo, estudios demuestran que no es suficiente. Asegurar que en puntos críticos se cuente con productos de higiene de manos y superficies adecuados es un paso clave para ayudar a reducir el riesgo de propagación de gérmenes.

Las superficies u objetos que tocan muchas personas durante el día − como perillas, botones de ascensor y fotocopiadoras − deben limpiarse y desinfectarse diariamente para ayudar a romper la cadena de transmisión de gérmenes.